El abordaje mediante fisioterapia es imprescindible en la lucha contra las secuelas más habituales de un ictus. El 29 de octubre es el Día Mundial del Ictus, una enfermedad que puede afectar más del 15% de las personas a lo largo de su vida. Ante este hecho, la evidencia científica ha demostrado que la fisioterapia es clave para el tratamiento de los déficits sensitivomotores ocasionados por el ictus.
De acuerdo con datos del Departamento de Salud, en Cataluña la ictus afecta cada año más de 13.000 personas y provoca cerca de 4.000 defunciones. Se considera que el 90% de los casos de ictus se podrían evitar con el control de algunos factores relacionados con el estilo de vida, como por ejemplo el tabaquismo, la alimentación y la actividad física. En este sentido, la fisioterapia también es un elemento clave en su prevención.
Una vez se ha tenido la ictus, se pueden producir diferentes grados de discapacidad que necesiten rehabilitación. Si la afectación dura menos de 24 horas, hablamos de un ictus transitorio. La mayoría se resuelven completamente en menos de una hora. El ámbito especializado en neurorehabilitación es la neurofisioterapia, una disciplina que tiene ya centros especializados en estos tratamientos y cada vez más profesionales que lo ejercen.
De acuerdo con la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 40% de los casos de ictus provocan secuelas que dificultan la realización de las actividades cotidianas. El objetivo de la fisioterapia en la recuperación de la ictus es poder llevar a cabo una intervención individualizada para cada enfermo de acuerdo con su estado de salud, funcionalidad, motivación y entorno personal. Por qué es tan importante intervenir inmediatamente después de tenerlo? Porque el sistema nervioso central presenta neuroplasticitat, y esta es mayor durante los primeros meses después de un ictus.
Es decir, podemos actuar sobre la organización del sistema nervioso con estimulación, entrenamiento y técnicas específicas de fisioterapia. Esta intervención es clave durante este periodo de medio año. Si se ha entrado a la fase crónica, los neurofisioterapeutaes también juegan un papel de prevención del deterioro por no incrementar el grado de dependencia de los afectados, entre otros aspectos vinculados a la calidad de vida de las personas. En definitiva, los fisioterapeutas promovemos un estilo de vida saludable mediante la práctica regular de ejercicio terapéutico, siempre con el consejo del tuyo o tu fisioterapeuta.
La fisioteràpia és clau en la rehabilitació de l’ictus 
