Un clásico de fin de vacaciones es hacer planes para apuntarse al gimnasio o reemprender actividades deportivas después del descanso veraniego.
Para facilitar este proceso, los fisioterapeutas ofrecen una serie de claves a considerar cuando se vuelve a realizar ejercicio tras una pausa prolongada.
El primero de estos consejos subraya que la práctica de ejercicio físico es una forma excelente de mantener la salud, pero que siempre hay que actuar con prudencia. Debemos ser prudentes al retomar el ejercicio en el gimnasio después de un periodo de inactividad, como pueden ser las vacaciones.
Esto se debe a que el periodo de inactividad podría haber reducido nuestros niveles de condición física.
Aunque mantengamos la misma motivación para retomar las actividades, es posible que no estemos en la misma forma física que antes.
Esta disminución en nuestra condición puede aumentar el riesgo de lesiones o de experimentar consecuencias negativas si retomamos el ejercicio con demasiada intensidad.
Factores a considerar para volver al gimnasio
Comienza con actividades que antes no te suponían un esfuerzo muy alto: Si antes de las vacaciones en el gimnasio solías realizar diferentes tipos de ejercicios, como actividades dirigidas, y sabes que tolerabas mejor sesiones de pilates o yoga sin experimentar mucha fatiga, empieza por esas. Luego, ve incorporando el resto según tu nivel de intensidad.
Disfrutar de la actividad es clave: A veces hacemos ejercicios solo porque “toca”, como levantar pesas dos días a la semana, pero no lo disfrutamos tanto. En cambio, si hay actividades que realmente te gustan, como nadar, es mejor empezar por ellas. Comenzar con algo que te apetece hará que sea más fácil mejorar tu condición física al principio, ya que se disfruta.
Dejarte aconsejar: Cualquier profesional que trabaje en un centro deportivo te dirá por dónde empezar. Pedir consejo siempre es una buena idea y puede ser muy útil para guiarte en el proceso.
¿Cómo pueden los fisioterapeutas ayudar a retomar el ejercicio?
Normalmente, los periodos de inactividad suelen estar asociados con la aparición de dolores.
Recomienda que cuando sientas molestias, lo primero que debes hacer es consultar a un profesional sanitario antes de asumir que es normal.
Cuando experimentas agujetas o dolor muscular post-ejercicio, conocido como “doms”, es importante prestar atención a la intensidad.
Si el dolor es muy fuerte, es probable que te hayas excedido en el esfuerzo. Cada persona tiene un umbral diferente; algunas personas notan agujetas con muy poco ejercicio, mientras que otras no.
Sin embargo, si llegas al punto en que te cuesta bajar las escaleras, es una señal de que quizás te has pasado y deberías reducir la intensidad.
Además, si después del ejercicio tienes dificultades para dormir, probablemente también es una señal de que no has tolerado bien el estímulo y que necesitas ajustar tu rutina.
También es muy importante que cuando empiezas a hacer ejercicio puedas descansar bien.
Si no descansas bien, el ejercicio a menudo no te sentará bien, ya que el descanso es fundamental para la recuperación y el rendimiento físico.
Más allá de las agujetas, las lesiones más comunes suelen ser sobrecargas musculares o tendinopatías provocados por un exceso de carga.