Nadie programa una lesión en su agenda. Y es que, como dijo el sabio, «es una lástima hacerse daño». Resulta una pura estorbo que nos saquen forzadamente de nuestra rutina diaria; entrenamiento, trabajo, familia … Para todos los que cuando nos aparece una lesión, contamos los días que nos faltan para volver a correr, es este el artículo indicado. El gerente del centro de fisioterapia de Sant Cugat del Vallés, Mans de Sant, Ivan Alòs, exponen diferentes lesiones que afectan a los runners. Este reportaje ha sido publicado en la prestigiosa revista TRAIL.
El tendón rotuliano es lo que hace posible que, cuando el cuádriceps se contrae, se produzca la extensión de la rodilla. Como ya sabemos, los tendones son estas fibras parcialmente elásticas que conectan el músculo con el hueso. El rotular en cuestión conecta la parte inferior de la rótula con la tibia. Son varios los motivos por los que se puede inflamar este tendón: movimientos repetitivos, debilidad del cuádriceps o descompensación de la musculatura, realizar un mal gesto o tener una mala técnica corriente … Aunque también puede ser congénito, una desviación de la rótula en el articulación puede causar el mismo desgaste e irritación, y con las mismas consecuencias.
Sus síntomas pueden ser dolor en la cara anterior e inferior de la rótula aumentando con el esfuerzo, dificultad para mover la rodilla e inestabilidad después de estar un rato sentado. El movimiento de realizar una flexión de piernas o ponerse de cuclillas puede resultar muy molesto. Si la inflamación es leve serán suficientes unos días de reposo, y aplicarnos hielo (10/15 minutos de dos a tres veces por día). En todo caso, acudir al fisioterapeuta ayudará a curar más rápidamente la lesión, de qué manera? Realizando un masaje transverso profundo Cyriax, muy efectivo para la regeneración del tejido, y descontracturante y descargando los cuádriceps para reducir la tensión global de la zona. Para bajar la inflamación también es muy efectivo que nos hagan terapia con Indiba, máquina de radiofrecuencia que transmite calor en profundidad y estimula el aporte sanguíneo, ayudando así a la regeneración celular. Las ondas de choque también son muy efectivas como método de tratamiento para las tendinitis en general. Pasada la fase aguda de la lesión, nos convendrá realizar ejercicios isométricos de cuádriceps suaves, y a medida que aumente la tolerancia, realizar también ejercicios excéntricos.