El masaje deportivo se caracteriza por ser un método de preparación de los tejidos para la competición o la práctica de ejercicio, de preparación en los entrenamientos, y como mantenimiento pre y post competición.
Se suelen utilizar maniobras como amasamientos de la musculatura en general, presiones intensas y / o sostenidas en zonas de mucha tensión (especialmente, en las contracturas), y también fricciones enérgicas.
Los beneficios específicos de este tipo de masaje son su efecto analgésico, la optimización del rendimiento muscular y, por tanto, la mejora del rendimiento deportivo; la reducción de los tiempos de recuperación después de fuertes entrenamientos o competiciones, porque reduce la fatiga y prepara la musculatura para las próximas sesiones.
Y lo que es más importante, el masaje deportivo es de gran ayuda para prevenir las lesiones o para su tratamiento en fases avanzadas de la rehabilitación, ya que mantiene la musculatura en una buena condición para el ejercicio.
También ayuda a eliminar los dolores musculares y evita la formación de adherencias, deshaciendo el tejido de mala calidad que se forma alrededor de las cicatrices.
El masaje y sus técnicas
Existen varias técnicas que se utilizan más o menos en función de la necesidad del deportista. A continuación, detallaremos las características de cada tipo de masaje deportivo.
Masaje de preparación o precompetitivo
Sirve como puesta a punto del deportista, tanto física como psíquicamente. Produce un aumento de la temperatura muscular, de la circulación, de la elasticidad, y elimina o reduce las mialgias y zonas de adherencias. Es un masaje corto y no produce dolor; se realiza minutos antes de la competición y busca estimular la musculatura, así como aumentar su temperatura para incrementar el tono muscular y producir hipertermia, para conseguir retrasar la aparición de la fatiga y prevenir lesiones. Las maniobras que se realizan en este tipo de masaje deben ser suaves y poco profundas, mediante fricciones muy rápidas pero siempre superficiales, incluso se podrán hacer percusiones en el músculo y sacudirlo.
Masaje de recuperación o postcompetitivo
Como masaje restaurador, facilita la eliminación de los desechos, disminuye la hipertonía muscular y la fatiga, y aumenta el aporte sanguíneo y la oxigenación. Se aconseja realizarlo combinado con crioterapia. Hay que tener cuidado porque después de una actividad intensa, la musculatura se encuentra inflamada. Por ello, se realizarán maniobras suaves y de drenaje (masaje en sentido ascendente o hacia el corazón). Resulta muy efectivo combinado con estiramientos. Su función es evitar los espasmos musculares, ayudar al cuerpo a eliminar las sustancias de desecho (lactato) y relajar la musculatura.
Masaje de mantenimiento o entrenamiento
Mantiene el tono de la musculatura, su elasticidad y evita la fatiga. Básicamente ayuda a mantener el nivel de la actividad y reducir la tensión acumulada. Es recomendable realizar al menos una sesión mensual, si entrenamos con una frecuencia de dos a tres veces por semana. Nunca deberá recibir un masaje de descarga intenso en menos de dos días de una competición, ya que al relajar tanto la musculatura reduce su eficiencia.
Las maniobras son lentas e intensas, con el fin de llegar a los tejidos profundos. Su función es disminuir la sobrecarga muscular y la fatiga para así evitar lesiones causadas por sobrentrenamiento.
