Actualmente, se estima que el 80% de las consultas médicas generales se hacen por quejas de dolor y aproximadamente un 30%, por dolor persistente. El dolor persistente afecta aproximadamente el 18% de la población española y su intensidad se considera entre moderada e intensa en el 12% de los casos.
Se estima que el coste económico que supone el dolor persistente en España es del 2,5% del PIB, aproximadamente unos 16.000 millones de euros.
En conjunto, las personas que sufren dolor tienen que convivir con él –sería mejor decir sufrir– a lo largo de toda su vida. El más habitual es a las articulaciones, las lumbares, en el jefe… en cualquier zona del cuerpo se puede sentir dolor. El colectivo de la fisioterapia es plenamente consciente de cómo es de importando la lucha para abordar el dolor, la concienciación que el dolor persistente no es “normal” y es una enfermedad a la cual tenemos que dar una respuesta eficiente.
La fisioterapia es eficaz para el dolor
La fisioterapia, a través de todas sus técnicas, es una fórmula eficaz por la lucha para abordar el dolor que, además, puede contribuir a reducir el consumo de analgésicos. Aumentar la calidad de vida del paciente es uno de los objetivos de la fisioterapia y poderlo hacer reduciendo el riesgo del consumo excesivo de fármacos nos sitúa en la primera línea de la lucha para abordar cualquier manifestación del dolor.
Este año está dedicado de manera especial al mal de espaldas, una de las principales causas de consulta en la atención primaria, puesto que hasta un 80% de las personas lo sufren en algún momento de su vida.
Afecta por igual todos los géneros y, aunque hay factores que lo pueden provocar con más facilidad, la realidad es que nos puede afectar en cualquier situación. El mal de espaldas es la mayor causa de absentismo laboral en España y, por lo tanto, su tratamiento es un factor estratégico que afecta el conjunto de la sociedad.
Cuando nos enfrentamos a un mal de espaldas, primero tenemos que consultar con un profesional sanitario qué puede ser el origen de la patología, un aspecto clave si este dolor es recurrente o de larga duración.
Una vez tenemos este primer diagnóstico, habrá que ponerse en manos de profesionales sanitarios porque nos orienten con el tratamiento. Está demostrado que el ejercicio terapéutico es beneficioso para el mal de espaldas. Por eso hay que ponerse en manos de un fisioterapeuta colegiado que gestione el dolor con estrategias de reentrenamiento muscular y educación en neurociencia del dolor.