La práctica de la natación es una opción para mejorar de las lesiones de espaldas. Aun así, hay que seguir un consejos para hacerlo adecuadamente. Mans de Sant, como centro de fisioterapia de referencia en Sant Cugat, se hace eco de estos consejos.
Los fisioterapeutas desaconsejan nadar a mariposa si se sufre algún problema de espaldas, dado que esta postura genera un incremento de la curvatura de la columna vertebral nada beneficiosa y, además, puede provocar lesiones al manegot de los rotatorios (conjunto de músculos y tendones que proporcionan estabilidad al hombro). En este sentido, los expertos recomiendan nadar practicando uno u otro estilo según la patología que se sufre.
Por ejemplo, si se tiene problemas de cervicales, aconsejan nadar a crol con el jefe fuera, a crol normal, a espalda normal y, sobre todo, a braza si se trata de una rectificación, y a espalda con la barbilla cerca del pecho si se sufre hiperlordosis.
Para las personas que sufran hipercifosis dorsal recomiendan nadar a crol con el jefe afuera, sin hiperextensión cervical, o de espaldas con la barbilla alejada del pecho. Así mismo, en caso de patología lumbar, aconsejan nadar a crol con el para adentro, y en caso de hiperlordosis, realizar todos los ejercicios de espaldas y braza vertical. Además, si se tienen problemas de hombro se tienen que evitar los estilos de crol y espalda y nadar al estilo braza. Los beneficios del ejercicio en el medio acuático
Por otro lado, los fisioterapeutas recuerdan que la inmersión al agua tiene una serie de beneficios para la salud, como es el efecto drenante, y el hecho que pesamos menos, cosa que ayuda en procesos de recuperación de postoperatorios, personas con artrosis y artritis, embarazadas, etc. Además, existe un menor riesgo de caídas para las personas grandes y se puede fortalecer la musculatura sin carga articular. “No es necesario saber nadar, solo hay que poder andar por el agua para conseguir beneficios”, explican los responsables de los cuatro colegios profesionales.
Así, recuerdan que la fisioterapia acuática tiene como finalidad la rehabilitación o el logro de objetivos específicos físicos y funcionales. “Los resultados obtenidos confirman que la actividad física terapéutica, independientemente del medio en que se desarrolle, es una buena estrategia para mejorar las variables que se consideran con mayor frecuencia (calidad de vida, estado general de salud física y mental, capacidad funcional y dolor) en pacientes que sufren patología crónica músculo-esquelética”, aseguran.