El tobillo es la pieza clave para afrontar descensos con seguridad, pues nuestro terreno de juego se caracteriza por ser un medio irregular y en muchas ocasiones inestable. Un error en la pisada, un despiste y el tobillo es la principal víctima. En el número anterior de Mans de Sant, el centro de fisioterapia de Sant Cugat del Vallès i a domicilio, presentamos el tratamiento. En esta segunda parte, describimos los ejercicios de rehabilitación
Ejercicios concéntricos y excéntricos en carga: igual que el anterior pero esta vez el pie sí soporta total o parcialmente el peso del cuerpo. Un ejemplo de este ejercicio sería ponerse de puntillas y volver a la posición neutra.
Ejercicios propioceptivos: éstos trabajan con el desequilibrio y sirven para recuperar/mejorar la estabilidad trabajando la sinergia muscular, entre otras cosas. La progresión de estos ejercicios vendrá marcada por la evolución del esguince, es decir, cuando se pue dan realizar los ejercicios de for ma indolora y con cierta agilidad. En esta fase, conviene intercalar tratamiento con masaje o Indiba, con ejercicios excéntricos de la musculatura implicada en el movimiento del tobillo, más ejercicios propioceptivos. Trabajar la propiocepción es el elemento clave en esta fase, es lo que hará que sea menos probable recaer en esta lesión.
El entrenamiento propioceptivo causa una disminución de las lesiones del tobillo. Los objetivos de este tipo de ejercicios son, entre otros, trabajar la fuerza, la coordinación entre los músculos o la reacción ante un desequilibrio. Generalmente, podríamos decir que se mejora la eficiencia de res puesta del cuerpo frente una perturbación.
Otro punto bueno de trabajar con propiocepción, es que, a parte de trabajar el tobillo, también estaremos trabajando otras zonas como por ejemplo las rodillas o la musculatura del core. Un ejercicio sencillo propioceptivo sería mantener el equilibrio del cuerpo durante unos segundos encima del pie lesionado.
Si quisiéramos complicar el ejercicio, podríamos ir haciendo rebotes con una pelota con los brazos contra la pared mientras mantenemos el equilibrio encima del pie lesionado. La manera de aumentar aún más la dificultad del ejercicio es mantener el equilibrio sobre una superficie inestable. Como podemos ver en el ejemplo de la fotografía, se usa un plato de Freeman.