Este verano será especial después de más de un año de lucha contra la pandemia, que ahora parece por fin bajo control a casa nuestra. A pesar de que no podemos bajar la guardia, también somos conscientes que merece la pena preparar el verano y por eso resumamos una serie de consejos que, desde la fisioterapia, pensemos que pueden ayudar a disfrutar del verano al conjunto de la población. A Mans de Sant como centro de fisioterapia de Sant Cugat del Vallès colegiado nos hagamos eco de estas recomendaciones.
El equipaje
Cuando nos desplazamos a nuestro destino de vacaciones tenemos que preparar el equipaje. Las maletas de cuatro ruedas son las que menos molestias o lesiones generan puesto que el peso está mejor compensado. Cuando hayamos de levantar las maletas, tenemos que estar siempre en la posición de la ilustración, con las rodillas ligeramente flexionadas. Esta acción mal ejecutada puede provocar sobrecargas. Pedir ayuda para hacerlo entre dos personas también es una buena alternativa.
La operación salida
El verano es también momento de largos desplazamientos en coche, durante los cuales se pueden producir lesiones por malas posturas durante la conducción y también por una posición inadecuada a la utilizar los pedales del vehículo. Para evitarlo hay que hacer paradas cada dos horas, ejercicios de relajación muscular e hidratarse convenientemente. Si el viaje es en avión y largo, cosa que no será tan habitual este año, tenemos que prevenir el síndrome de la clase turista con sencillos ejercicios para desentumecer los músculos y cambios de posición por no estar todo el viaje sentados.
Largas caminatas
El verano acostumbra a ser un buen momento para retos como hacer el camino de Santiago para llegar a Santiago de Compostela. Este tipo de hitos necesitan de una preparación previa y de una consulta con el fisioterapeuta para comprobar estado físico y definir cuál será el mejor entrenamiento. Hay consejos básicos como acostumbrarse al peso de la mochila (nunca más de 10 kg) durante las semanas previas, adecuar la ropa y el calzado a las características climáticas de nuestra ruta, hidratarse para prevenir problemas musculares, descansos cada dos horas máximo, etc. Preparar bien esta actividad es la mejor manera de disfrutar de la ruta al máximo.
La piscina y la playa
Quien más quien menos se acercará estas próximas semanas en la playa o la piscina de su lugar de veraneo. Si nuestro objetivo es hacer ejercicio tanto en la una como en la otra tendremos que seguir los consejos según el estilo que queramos utilizar: crol, espalda o braza. Si tenemos alguna patología cervical o lumbar habrá que adaptar el estilo, evitando sobre todo el estilo mariposa en cualquier caso. La inmersión al agua aporta importantes beneficios en nuestro cuerpo. El menor pes al agua favorece los procesos de recuperación de los postoperatorios, de las personas con artrosis o artritis y de las embarazadas. El agua nos permite fortalecer la musculatura sin carga articular y, incluso, solo andando dentro el agua ya conseguimos muchos de estos beneficios.
Deportes de montaña
Como en cualquier otra actividad física, es clave conocer nuestro propio estado de salud y, desde aquí, planificar una ruta adecuada, conociendo el tipo de terreno, consultando la previsión meteorológica y, por ejemplo, sabiendo si puedes encontrar fuentes o refugios por el camino. Antes de empezar, hay que calentar extremidades y tronco sobre todo para evitar las sobrecargas que puede provocar la mochila. Ejercitar tobillos y fortalecer muslos es importante para disfrutar de la montaña. Cómo en las paseadas, es clave una ropa y un calzado adecuado y, en el caso de la montaña, podemos añadir una linterna y un silbato.